EDUARDO PACHECO: "JUAN PABLO II"

Nuestro actual coordinador Eduardo Pacheco Veletich, el día viernes 04 de Mayo nos presentó a su personaje .......

El personaje que voy a presentar es una persona que estoy seguro que no sólo yo soy el que lo admira, ya que en vida tuvo el amor y respeto de casi todas las naciones cristianas. Lamentablemente ya no está con nosotros pero su fuerza, espíritu y lo todo lo que nos entregó perdurará en el tiempo y en los corazones de todos los católicos. Me refiero al Papa Juan Pablo II, el Papa Grande como lo ha denominado la misma Iglesia

Nació en 1920. A los 9 años perdió a su madre, a los 18 a su único hermano y a los 21 años murió su padre. Además tuvo una hermana que falleció al día de nacida.

Fue nombrado Obispo de Cracovia en 1958, Arzobispo de la misma ciudad en 1964 y Cardenal en 1967. Todos estos nombramiento fueron hechos por el Papa Paulo VI. El día 16 de octubre de 1978 fue nombrado Papa. Eligió el nombre JUAN PABLO II, como un tributo a sus tres antecesores JUAN XXIII, PAULO VI Y JUAN PABLO I.

Durante su pontificado publicó 14 encíclicas, 15 exhortaciones apostólicas, 11 constituciones apostólicas y 45 cartas apostólicas. También, publicó 5 libros. Presidió 147 ceremonias de beatificación, proclamando 1338 beatos y también organizó 51 canonizaciones con 482 santos. Recibió en 1160 audiencias generales a más de 17 millones de personas. Esta cifra no incluye los 8 millones de peregrinos que asistieron al gran Jubileo 2000.

Su vida es ejemplar, se dedicó a acercar la Iglesia a la gente, fue el Papa Peregrino, ya que visitó 129 países, en 104 viajes fuera de Italia. Leyó 20 mil discursos.

En 1981 sufrió un atentado en la Plaza de San Pedro. A los pocos meses visitó en su celda al hombre que trató de matarlo. Estuvieron reunidos 20 minutos y el papa rezó por él.

El día 03 de Abril de 2005, entregó su último mensaje, el cual decía: “A la humanidad que en ocasiones parece como perdida y dominada por el poder del mal, del egoísmo y del miedo, el Señor resucitado les ofrece como don su amor que perdona, reconcilia y vuelve a abrir el espíritu a la esperanza”

“El amor convierte los corazones y da la Paz. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y acoger la Divina Misericordia!”

“A todos les doy Gracias y les pido perdón”.